DE TRECE AL INFINITO

En fracción o sobrecupo

caen cosas

unas arbitrarias

otras nombradas con la precisión del número

disminuyen las focas con el tiempo

hay más bombillos y menos ideas.

 

Todo pasa, todo surge, todo cae.

 

Abundancia guión vacío

arriba guión abajo

me quieres guión no me quieres

la tierra tiembla

cinco punto cero dice Ritter

abajo en el vacío nadie quiere.

 

Ciento cincuenta kilómetros por hora

y aumentando

la carretera es una lengua larga que persigue el destino

el allá se acerca inesperadamente

y al fin ella infinitamente quieta

como una estatua colosal rota en el pecho

repleta de vacío, sin esperanza alguna.

Todo pasa, todo surge, todo cae.

 

Todos esperamos

todos menos uno

todos menos dos,

menos tres

menos muchos

menos más

todos menos todos.

 

La mancha crece al mismo ritmo con el cual la claridad se mengua

a más tierra menos agua

a más guerra menos fauna.

 

Ni los peces ni los panes

ni los dioses hallan su patrón de crecimiento.

sólo un hombre camina sobre el agua

pero cada vez hay menos

menos hombres

menos magia, menos agua.

 

El hueco del pecho crece

el abismo es más abismo

cinco pum, cuatro pum, tres pum, dos pum

uno besa el ruido indefinible

junto al caos

un instante antes del cambio total.

 

Todo pasa, todo surge, todo cae.

 

Alguien más lanza los dados

y la manta roja de su ruleta captura los astros de sus ojos

miel en la mañana,

azules en la tarde,

negros en la noche

el 10 es de la banca

el uno se desangra

ella traza ceros con su nalga

nalga uno, nalgas dos, nalga tres

la furia crece, la sangre se agolpa

nalga cuatro, nalga cinco, nalga seis

la sangre se pega, el ritmo decrece

nalga siete, nalga ocho, nalga nueve

ya no hay ritmo, unos gritan, otros callan

ella hoy, ella mañana, ella siempre.

 

Todo pasa, todo surge, todo acaba.

Rubén Darío Henao Ciro