Qué bellos y qué bellas
se ven los estudiantes cuando piensan
aferrados a su mente como náufrago a su tabla
se va el humo de sus rostros
agonizan los misiles y las balas
florece la vida entre sus dedos
regresa el sentido a sus batallas
con lápices, libros y cuadernos
compañeros fervientes de su lucha
herramientas, más que armas
libertad.
Qué lindos y qué lindas cuando estudian
cuando se aman
cuando ponen el pecho y dan la cara
uno vuelve a ser nuevo con ellos
cuando los ve nutridos de esperanza
sumando o dividiendo
subrayando las palabras
leyendo o escribiendo
practicando algún deporte
o mostrando su saber en la pizarra.
Qué paisaje tan bello es el que ofrecen
los alumnos cuando piensan
cuando sueñan
ser el puente y ser el agua
ser en sí la vida misma
que se equivocó en las armas.
Qué bellos y qué grandes cuando sueñan
Ser los hombres y mujeres del mañana.
Rubén Darío Henao Ciro